Adicción a los videojuegos en niños: señales, causas y cómo ayudar
Los videojuegos han cobrado gran popularidad como una de las mejores formas para divertirse. Desde jóvenes hasta adultos han encontrado en ellos una manera de escapar del estrés diario.
Pero ¿qué pasa cuando esta pasión va más allá de un simple pasatiempo? ¿Qué sucede cuando se convierte en una adicción a los videojuegos, un peligro creciente que, según el psicólogo Ever Rusbel Gómez López, se asocia a ideas suicidas en menores? De acuerdo con un reporte de Diario del Sur, la edad promedio de inicio de esta adicción en Chiapas es entre los 8 y 15 años. Se ha documentado que, tan solo en 2024, hubo aproximadamente 250 casos de suicidio e intentos de suicidio en menores de edad relacionados con la violencia en videojuegos.
Ante estas cifras, la pregunta es ineludible: ¿qué sucede cuando este pasatiempo se transforma en un trastorno del juego patológico, una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud? Aquí te lo contamos.

Parte 1. ¿Qué es la adicción a los videojuegos?
La adicción a los videojuegos es un trastorno del comportamiento en el que el niño desarrolla una dependencia excesiva hacia los videojuegos. No se trata simplemente de pasar "mucho tiempo jugando", sino de una relación descontrolada que llega a afectar su día a día. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció oficialmente en 2019 a la adicción a los videojuegos como una enfermedad.
Este trastorno se caracteriza por la pérdida de control sobre el tiempo de juego, el priorizar jugar videojuegos sobre otras actividades y el ser muy persistente en seguir jugando. Esto incluso si hay síntomas como enfermedades de los videojuegos o se están afectando otras áreas de su vida como sus amigos o la escuela.
Síntomas de la adicción a los videojuegos
Para reconocer que es la adicción a los videojuegos primero debes saber cuáles son los síntomas de la misma ¡Aquí te lo contamos!
Pérdida de control sobre el tiempo de juego
El niño juega más horas de las que tiene permiso, incluso cuando se le pone un límite. Por ejemplo, se puede decir que jugará "solo 30 minutos" y terminar conectado varias horas sin notarlo o sin hacer caso a que deje de jugar.
Aislamiento social
Otra señal de una posible adicción a los videojuegos es que prefiere a los videojuegos antes que interactuar con familiares o amigos. Las reuniones, salidas a jugar o conversaciones pasan a segundo plano frente a la pantalla.
Irritabilidad al interrumpir el juego
Si se le apaga la consola o se interrumpe el juego, reacciona con enojo, frustración o incluso agresividad desproporcionada. Esto debido a que la interrupción del juego para él puede ser algo muy grave.
Descenso en el rendimiento escolar
El tiempo dedicado a estudiar o hacer tareas se reduce drásticamente. Aquí es donde encontramos consecuencias de los videojuegos como bajas calificaciones, falta de concentración y pérdida de interés por el aprendizaje.
Descuido de hábitos básicos
El niño descuida su alimentación, sueño o higiene personal. Puede trasnochar para jugar, saltarse comidas o evitar actividades físicas por permanecer sentado frente a la pantalla. Lo que afectará inevitablemente su salud provocando más problemas de adicción a los videojuegos.
Parte 2. Causas de la adicción a los videojuegos
La adicción a los videojuegos en niños no surge de un solo factor, sino de una compleja combinación de elementos propios del juego, factores sociales, y condiciones psicológicas del niño. Entender cada una de estas causas es el primer paso para poder tratar la adicción.
Factores de diseño y estímulo cerebral
Los videojuegos están diseñados con mecanismos que activan el sistema de recompensa del cerebro de forma constante. Cada victoria, logro o recompensa variable libera dopamina, el neurotransmisor del placer, lo que crea una dependencia a esta constante liberación. A nivel de diseño, las mecánicas del juego están construidas para la retención:
- Progresión infinita: Los juegos online carecen de un final real, siempre hay un nuevo nivel o desafío.
- Misiones diarias y recompensas: Los jugadores son incentivados a conectarse cada día para no perderse nada.
- Diseño adictivo: Los sistemas de recompensa variable, como las cajas de botín (loot boxes), mantienen a los jugadores enganchados con la promesa de premios impredecibles.
Factores sociales y del entorno
El entorno en el que se desarrolla el niño y la interacción social que experimenta son cruciales.
- Influencia del entorno social: La necesidad de pertenecer a una comunidad virtual impulsa a muchos jugadores. El miedo a perderse algo (FOMO) o la presión social de sus amigos puede empujar a los niños a dedicar más tiempo a los videojuegos para “encajar” en el grupo.
- Falta de límites en el hogar: Cuando no existen reglas claras sobre los horarios de juego, los niños tienden a perder el control. La ausencia de supervisión o la permisividad excesiva son factores de riesgo.
- Acceso ilimitado a dispositivos: La presencia de consolas en el dormitorio y la facilidad para descargar juegos gratuitos en celulares con conexión a internet 24/7 hacen que el acceso sea inmediato y difícil de controlar para los padres.
Factores psicológicos y personales
A menudo, los videojuegos se convierten en una vía de escape para problemas personales no resueltos. Los niños que luchan con la ansiedad, la tristeza o la falta de confianza pueden encontrar en el mundo digital un refugio. El anonimato y los logros rápidos del juego les permiten sentirse exitosos, competentes y valorados, algo que quizás no experimentan en su vida diaria.
Parte 3. Consecuencias de la adicción a los videojuegos

Las consecuencias de los videojuegos pueden ser muy graves. A continuación, te detallaremos cuáles son las más comunes de acuerdo con expertos.
Problemas académicos
El tiempo excesivo frente a la pantalla se traduce en bajo rendimiento escolar, pérdida de interés en aprender y dificultades de concentración. Esto al hacer que los niños pierdan la concentración y prefieran enfocarse en jugar que en estudiar.
Aislamiento y deterioro de habilidades sociales
Los niños con una adicción a los videojuegos reducen su contacto cara a cara con otras personas de manera considerable. Esto puede afectar su capacidad de comunicación y empatía, así como de entablar relaciones sociales con otros niños y adultos.
Problemas físicos y de salud
Sedentarismo, obesidad, mala postura, dolores musculares y alteraciones del sueño son problemas de adicción a los videojuegos muy frecuentes. Además, de que existen evidencias que podría haber afectaciones a la vista e incluso, enfermedades más complejas.
Impacto emocional y conductual
La frustración, la ansiedad y la irritabilidad aumentan cuando los niños no pueden jugar. También existe riesgo de desarrollar síntomas depresivos al depender del videojuego como única fuente de satisfacción y de alegría.
Riesgo de ciberadicciones adicionales
El tiempo de juego excesivo puede abrir la puerta a otros riesgos digitales como adicción a redes sociales, apuestas en línea o exposición a comunidades tóxicas. Además, de interactuar con personas que podrían tener malas intenciones. Según una investigación realizada por SIPINNA, entre los menores que han tenido experiencias negativas, el 35 % ha recibido comentarios ofensivos o acosadores, el 30.5 % se ha encontrado con adultos que se hacían pasar por menores y 11.8 % ha recibido solicitudes de fotos privadas.
Parte 4. Recuperación y tratamiento: Cómo superar la adicción
Afortunadamente, la adicción a los videojuegos puede tratarse con estrategias prácticas desde casa. Estos son algunos ejemplos:
- Establecer límites claros: Se deben fijar horarios específicos para jugar, con pausas obligatorias y sin dispositivos en la habitación durante la noche.
- Fomentar alternativas saludables: También se recomienda promover actividades físicas, deportes, lectura o manualidades que ofrezcan satisfacción fuera de la pantalla.
- Acompañamiento emocional: Es recomendable escuchar al niño, comprender qué necesidades está cubriendo con los videojuegos y trabajar en su autoestima.
- Intervención profesional: En casos graves se debe acudir a psicólogos infantiles especializados en adicciones o terapia familiar para tratar dicha adicción.
- Grupos de apoyo: Como Technology o Media Addicts Anonymous para compartir experiencias.
- En casos graves: Puede ser necesaria una desintoxicación digital supervisada.
Parte 5. Guía para padres: ¿Qué hacer si sospecho que mi hijo es adicto a los videojuegos?
Según SIPINNA, solo el 53% de los menores ha recibido consejos de sus padres o tutores sobre los riesgos en línea, mientras que el 12% dice que nunca nadie les ha hablado sobre el tema. Como padres, tenemos gran responsabilidad dentro de los niños adictos a los videojuegos. Por ello es que debemos de participar en su tratamiento con acciones como:
Prestar atención a su comportamiento
Anota cuánto tiempo juega al día, cómo reacciona al interrumpirlo y qué actividades deja de hacer por jugar. Esto te dará claridad sobre la magnitud del problema, sobre si tiene una adicción grave o ligera.
Habla con él sin juzgarlo
Aborda que es la adicción a los videojuegos con calma es importante para que sienta que estás mostrando interés genuino en su bienestar. Evita frases como "solo pierdes el tiempo" y enfócate en escuchar y dialogar.
Crea un plan familiar para que todos ayuden
Define reglas de uso de pantallas que incluyan a todos los miembros de la familia. Por ejemplo, "no celulares en la mesa" o "máximo dos horas de videojuegos al día". Así todos sumarán para atender esta situación y evitar consecuencia de la adicción a los videojuegos más graves.
Implementa herramientas de control parental
Si el problema es con videojuegos en su celular, por ejemplo, puedes usar herramientas de control parental como AirDroid Parental Control con las que podrás restringir el tiempo en pantalla y así, colocar un límite que atienda las causas de la adicción a los videojuegos.
Busca ayuda profesional si es necesario
Si notas que el problema afecta seriamente la vida de tu hijo, no dudes en consultar con un especialista en salud mental infantil. Hoy en día existen psicólogos con la experiencia necesaria para atender estos problemas.
Conclusión
Ahora que ya sabes que las enfermedades de los videojuegos son reales ¡Recuerda que prevenir es mejor que lamentar! Así que habla con tus hijos sobre estas adicciones y si ya las sufren, ayúdalos cuanto antes.
Preguntas frecuentes
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